Padres alcohólicos
Para un niño, vivir en un hogar donde uno de los progenitores es alcohólico, puede resultar una cárcel donde el terror es el pan de cada día. Ser pequeño y vivir esa situación crea en él una sensación de angustia , que es incapaz de comprender. Los padres deben aportar al hijo un lugar seguro, de aprendizaje y amor, donde pueda d esarrollar su personalidad saludablemente. Sin embargo, esto se convierte en un imposible, cuando uno de los progenitores tiene problemas con la bebida. El hijo aprende a vivir en un estado de ansiedad, donde el dolor y la angustia se convierten en sus compañeros de juegos, cuando debe aprender a ser invisible para que la ira del padre adicto no le roce. Estos niños, al hacerse adultos, tienen más posibilidades de ser alcohólicos o de casarse con una pareja con este problema. En el hogar del padre alcohólico todo gira en torno a él. El cónyuge no adicto debe afrontar la enfermedad de la pareja, además de la responsabilida...